martes, 9 de abril de 2024

Mallarmé, el lado brillante de la poesía
“Nada de lo que existe…retendrá al corazón que ya en el mar se hunde,” Stéphane Mallarmé Stephane Mallarmé poeta simbolista francés, maestro que hizo de la página en blanco un ritual mágico, es sin duda alguna el artista más influyente en materia poética de toda nuestra época, y podríamos decir que hasta nuestros días demuestra ser indescifrable y enigmático. Mallarmé profesor de Inglés hasta que se aburrió de la enseñanza pública, fue incluido por Paul Verlaine en su antología sobre “Los poetas malditos” y produjo una obra pequeña pero muy intensa y teóricamente desbordante para cualquier poeta que se precie de innovador y técnico en relación al verso y su rima. Cuál artista plástico postulaba “pintar no la cosa sino el efecto que produce”, para el estructuralista Roland Barthes Mallarmé “fue una especie de Hamlet de la escritura, que expresa cabalmente ese momento frágil de la historia en que el lenguaje literario se conserva únicamente para cantar mejor su necesidad de morir.” En el hogar de Mallarmé se efectuaban las reuniones literarias más selectas de todo París y en dónde recurrían asistir personajes como Paul Verlaine, Oscar Wilde, Arthur Rimbaud y el propio Victor Hugo. Entre su obras célebres “Una tirada de dados no abolirá el azar” y “La siesta de un fauno” hasta el día de hoy son estudiadas con curiosidad y admiración. Para Mallarmé el libro contenía todos los secretos, pero había que hacerlo, había que ejecutar el rito y a la vez eliminar en ese ritual todo el yo, todo el ego que impidiera la pureza del lenguaje total; porque para Mallarmé “El repliegue virgen de un libro, por lo demás, se presta a un sacrificio que hizo sangrar el rojo canto de los tomos antiguos,” La obra de Stéphane Mallarmé se caracteriza por la complejidad y la profundidad de su pensamiento poético; así como por la innovación y la experimentación lingüística y el juego gramatical. Para Mallarmé “un poema es un misterio para el que el lector debe encontrar la clave,” Como señalamos antes,, Mallarme creía en la disipación del yo poético y su sustitución por la fuerza dominante del lenguaje, Para Mallarme, los símbolos, las metáforas, y las imágenes daban a la palabra la intensidad necesaria al verso y al poema “Ya que en el fondo no hay más que un libro.”

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